Cómo circular en moto por la ciudad

1. Cómo y dónde situarte

Circular en moto en ciudad es muy diferente a circular en carretera abierta, nunca estás solo y tendrás que estar muy atento a todo lo que te rodea, estar prevenido para evitar sorpresas y mantener así la máxima seguridad. Al circular en moto en ciudad vas más alto que muchos de los otros vehículos y tu campo de visión es mayor, aprovéchalo.

Cómo situarse en las calles de una ciudad y cómo mirar es fundamental cuando vamos en moto. Somos más frágiles que los demás así que toda precaución es poca.

Una moto pesa menos que el resto de los vehículos pero también tarda más en frenar por tener menos ruedas en contacto con el asfalto y por tanto menor agarre. En moto debes aumentar la distancia de seguridad y siempre tener la mirada muy por delante de ti, aprovecha que vas más alto para saber qué ocurre en el tráfico que te precede.

Circulando detrás de otros vehículos nunca te sitúes en el centro de tu carril ni demasiado cerca de quien te precede, en caso de que frenase inesperadamente no tendrías tiempo de reaccionar. Deja una distancia prudencial para que te dé tiempo a frenar y colócate en un lado del carril, así podrás esquivar ese vehículo más fácilmente si no consiguieras detenerte antes de alcanzarlo.

Siempre recuerda que si tu velocidad es menor que la de los demás debes situarte en el carril de la derecha y así permitir que te adelanten por tu izquierda, pero no facilites adelantamientos que te puedan poner en peligro al colocarte pegado a la derecha, seguramente quien te adelante ni se molestará de cambiar de carril.

2. Trampas urbanas

Llamamos trampas urbanas a todos aquellos elementos que pueden significar un riesgo al circular en moto: pasos de peatones, líneas de pintura, baches de todo tipo, tapas de alcantarillas, tapas de registros, rejillas de ventilación, charcos de agua, manchas de combustible o aceite, etc. Sobre cuatro ruedas todo esto no significa un peligro, pero en moto debemos tener especial precaución.

La pintura de los pasos de peatones y de las líneas de la calle son muy poco adherentes y podemos perder el agarre en ellas.

Evita siempre pisarlas con las ruedas de la moto y mucho menos si la calle está mojada. Pasa entre ellas siempre, incluso en seco, así los días de lluvia ya tendrás la lección aprendida. Si no queda otro remedio y estás sobre ellas procura no abrir gas bruscamente, tocar los frenos o hacer cambios de dirección, pasa tranquilamente y si has de frenar hazlo una vez que pises asfalto y no pintura. Nunca frenes con el freno delantero en un caso así, la rueda resbalaría y además de llevarte un buen susto podrías incluso perder el equilibrio.

Evita siempre pisar las tapas metálicas que fácilmente encontrarás en cualquier calle, nunca frenes sobre ellas o sobre rejillas de ventilación, y huye de ellas si además están mojadas. Autobuses o camiones pueden dejar manchas de aceite sobre el asfalto, entrena bien tu vista para detectarlas con tiempo y no acercarte a ellas. Recuerda que con sólo dos ruedas nuestra estabilidad siempre está comprometida.

3. Peatones

Las calles de las ciudades las compartimos todos, incluso los peatones, y a veces su imprudencia nos puede suponer un riesgo. Al llegar a pasos de peatones debemos extremar la precaución, aunque el semáforo esté verde para nosotros siempre hay alguien que intenta cruzar en prohibido, si lo tenemos en cuenta no nos pillará por sorpresa.

Precaución al pasar cerca de vehículos que están parados, no circules muy cerca de ellos porque si alguien se baja y abre la puerta no tendrás tiempo de reaccionar y podrías chocar con ellos.

Mucho menos si se trata de taxis, ahí las posibilidades se multiplican. Adelantar a un autobús parado siempre supone un riesgo, si un peatón decide cruzar por delante de él nosotros no lo veremos y nos podemos topar con él de sorpresa. No adelantes nunca por la derecha de una fila de vehículos parados, las probabilidades de que alguien se baje inesperadamente son altas, y mucho más aún en el caso de taxis y autobuses de donde sube y baja gente continuamente.

4.Circulando con agua

En moto tenemos que buscar siempre la mayor adherencia con el asfalto y el agua siempre estará en nuestra contra. Recuerda que el peor momento es incluso cuando apenas han caído las primeras gotas de lluvia, al mezclarse el agua con el polvo y la suciedad del asfalto algunas calles pueden convertirse en auténticas pistas de patinaje.

Con un asfalto mojado el agarre de nuestros neumáticos siempre es menor por lo que automáticamente las frenadas serán más largas que circulando en seco, por ello debemos aumentar las distancias de seguridad. Tendremos que tener un tacto especial a los mandos de nuestra moto, evitar frenadas bruscas y trazar con mucha precaución cada curva, abriéndonos mucho y sin apenas inclinar la moto.

Siempre has de evitar pisar cualquier línea de pintura, especialmente los pasos de peatones, pero esto es aún más importante cuando están mojadas. Nunca frenes sobre estas líneas, fácilmente podrías perder el control. Evita cualquier tipo de charco de agua, no sabrás qué hay debajo y pueden esconder un agujero en el asfalto u ocultar riesgos invisibles.

5. Frenadas y detenciones

En ciudad las frenadas son constantes y es importante saber hacerlo bien. Ten en cuenta que los frenos de nuestra motos es su parte más potente y hay que saber controlar esa potencia. Ir siempre atento, con un par de dedos en la maneta del freno, nos hará ganar tiempo en el caso de detenciones inesperadas.

Al llegar a un semáforo en rojo no vale frenar de cualquier manera. Allí se suelen detener autobuses y camiones por lo que a veces puede haber manchas de aceites o combustible en el asfalto. Al tener que detenerte en esta zona nunca dejes la frenada para el final, anticipa la frenada todo lo que puedas y así evitarás apretar bruscamente los frenos sobre una superficie quizá poco adherente. Más aún si está lloviendo o la calle está mojada.

Al detenerte frente a un semáforo en rojo nunca lo hagas en el centro de tu carril, mejor sitúate apartado en uno de sus lados. Así, si algún vehículo que te siga se despista y no ve la luz roja podrá esquivarte con mayor facilidad y no te alcanzará.

Cada vez que vayas a detenerte o a disminuir tu velocidad para efectuar un giro advierte tus intenciones con tiempo, aprieta repetidas veces el freno para que tu luz trasera avise a los que te siguen y así sepan lo que vas a hacer.

6. Ver y ser visto

Circulando en una ciudad debes estar atento a todo lo que te rodea, esté cerca o lejos, y para eso es importante aprender a mirar para así saber cómo situarte en la calle. Entrenar tu mirada cada día te ayudará a saber qué pasa varios vehículos por delante de ti, si los que tienes a tu lado van a hacer algún giro inesperado, si en el asfalto hay algún elemento de riesgo o si en la acera hay algún peatón dispuesto a cruzar.

En la imagen tienes representadas las zonas ciegas de un vehículo, si circulas en alguna de las posiciones en las que la moto aparece en rojo su conductor muy posiblemente no te verá y no te tendrá en cuenta para sus maniobras. Hazte ver, recuerda que las motos son pequeñas y se ven poco, así que colócate correctamente y así el resto de vehículos sabrá que existes.

Si es necesario también hazte oír. Si en cualquier momento ves que otros conductores no se han dado cuenta de tu existencia o del movimiento que vas a hacer no lo dudes dos veces, un pequeño toque de bocina les alertará y aumentará tu seguridad.

fuente: roberto ruiz / about.com/Photo Infografía

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