La Casa de la Festa (casa de la fiesta) es un equipamiento cultural que permite la conservación de los elementos del Seguici Popular de la ciudad de Tarragona y que explica la secuencia ritual de las fiestas de Santa Tecla.
Se trata de un edificio donde se conservan y exponen los elementos patrimoniales del Seguici Popular de las Fiestas, declaradas tanto de Interés Turístico Estatal como de Interés Tradicional Nacional, y se explica su secuencia ritual junto al coprotagonismo cabal del los castells a lo largo de la historia. Se trata de uno de los bienes inmateriales más significativos de los Països Catalans –enmarcado en las representaciones de teatro medieval popular en la calle de la Europa medieval y con unos orígenes que nos llevan hasta el 1321– que cuenta, además, con una extraordinaria participación ciudadana.
La Casa de la Festa, ubicada en uno de los pocos ejemplos supervivientes del patrimonio arquitectónico industrial local, es heredera de una anterior que existía en Tarragona desde mediados del siglo xv. La actual atrapa, en el espacio y en el tiempo, la magia propia de la fiesta grande de Tarragona –celebrada entre el 15 y el 24 de septiembre– para darla a conocer a los visitantes durante todo el año. Dispone de tres salas expositivas que no sumergen en la celebración.
Dada la alta significación patrimonial de los elementos del Seguici Popular y de los castells, la sociedad civil tarraconense reivindicó durante años (concretamente desde 1997, cuando se libró un manifiesto conjunto al Ayuntamiento de la ciudad) la Casa de la Festa como equipamiento cultural que permitiera la conservación de los elementos identitarios de la celebración, su explicación pedagógica y su difusión turística.
Este equipamiento ha sido ideado gracias a un largo proceso de participación ciudadana, con las aportaciones de la Comisión Asesora sobre el Seguici Popular, la Asamblea de Entidades y la Taula de la Festa (integrada por especialistas de todo el país), y se encuentra en la Vía Augusta número cuatro, a tocar del casco histórico de la ciudad, en una finca de casi 1.400 metros cuadrados.
Entró en funcionamiento durante el año 2007 como espacio de conservación de los elementos festivos, ensayos y residencia de entidades, y el 31 de mayo de 2008 como espacio visitable con un proyecto expositivo permanente. De esta manera las fiestas de Santa Tecla de Tarragona se asemejan en cuanto a equipamientos a la de Sant Fèlix de Viladranca del Penedès, la de Blancs i Blaus de Granollers, la fiesta de laMare de Déu de la Salut de Algemesí y a las Fiestas Sexenales de Morella o a la Fiesta o Misterio d’Elx, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.